La Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España (ATRAE) lleva desde este miércoles lamentando en un comunicado “el resultado mediocre” de los subtítulos en castellano de uno de los grandes éxitos de la plataforma, El juego del calamar, al haber empleado para ello la posedición. Se trata de una técnica de traducción automática hecha por una máquina que luego edita un humano, percibiendo a menudo “menos de un tercio de la tarifa de una traducción hecha desde cero”, explican por teléfono portavoces de ATRAE. Consultadas fuentes del sector, estiman que aplicar este sistema supondría que un traductor reciba entre 60 y 100 euros por supervisar una película de 100 minutos, labor que conlleva varias horas de trabajo.
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