18 noviembre, 2024

Alejandra Guzmán: a 10 años de la intervención estética que le ha costado 29 cirugías

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“Eternamente bella”, ha cantado Alejandra Guzmán durante décadas. Quizá por eso, por mantenerse siempre bella, tomó una decisión que le ha costado 29 cirugías. Y así, lo que comenzó como una intervención estética terminó en una pesadilla.

En abril de 2009, la rockera mexicana entró al quirófano para aumentar el tamaño de sus glúteos. Y ahora, 10 años después, continúan las consecuencias.

Todo comenzó hace 10 años, cuando la cantante ingresó a una de las clínicas de belleza de la cosmetóloga Valentina de Albornoz, ubicadas en la Ciudad de México. Iba en busca de aumentar la forma de sus glúteos, y para ello, entre la subdermis y el músculo se le inyectó una sustancia llamada metal metacrilato, también conocido como polimetilmetacrilato, Metacrill (uno de sus nombres comerciales) o PMMA.

Se trata de una resina sintética que se ha utilizado para varios fines: adherir prótesis óseas y dentales, en la construcción como plástico de ingeniería y, en la industria cosmética (como fue el caso de Alejandra), para aumentar el volumen de diversas partes del cuerpo.

Las primeras molestias

Apenas seis meses después de la intervención, la cantante comenzó a presentar un dolor intenso en donde le habían inyectado la sustancia. Tras una resonancia hecha en Miami, encontraron el problema, que para entonces ya le había dañado parte del hueso y el músculo. Entonces, la cantante viajó al Hospital Ángeles de la Ciudad de México.

El 15 de octubre de este mismo año se le practicó la primera cirugía. Entre seis médicos, le extrajeron de los glúteos y del cóccix parte de la sustancia que le habían inyectado en la clínica de Valentina de Albornoz. Tras la intervención, fue reportada en estado clínico delicado.

“Quitamos el tejido que estaba enfermo. Son tejidos que están duros, inflamados, que tuvieron infección. No hemos cantado victoria por completo, pues puede haber dificultades en la circulación. Ha de haber quedado 10% de ese material dentro todavía”, comentó en su momento Raúl López Infante, uno de los cirujanos.

Cinco días después, salió del hospital. En aquel momento, la cantante dijo que la recuperación había sido muy rápida y que en un mes ya estaría lista para volver a los escenarios… sin imaginar que esto era apenas el comienzo del problema.

A la justicia

Para noviembre de 2009, el caso ya había sido llevado a los juzgados. La rockera presentó una denuncia penal contra Valentina de Albornoz y el doctor Jeremías Flores Felipe, a quienes responsabilizó de poner en riesgo su vida.

“Aparte de los daños físicos, también hay daños emocionales. Creo que eso no tiene precio, porque me doy cuenta de que todavía no puedo bailar. Tuve mucha suerte, pero imagínense a la gente, a los que hay allá afuera, amputados de muchas partes de su cuerpo o muertos”, comentó la cantante al salir el Ministerio Público.

¿“Totalmente seguro”?

Antes de que ‘estallara la bomba’, Albornoz dijo que el material utilizado en sus clínicas era “totalmente seguro” y que los resultados son inmediatos y muy naturales. Y comentó que, además de Alejandra Guzmán, ha trabajado con celebridades mexicanas como Anette Cuburu, Fabián Lavalle y Roxana Castellanos.

La demanda de Alejandra se sumó a otras 20 denuncias contra Valentina y, a finales de 2009, la cosmetóloga y Jeremías Flores fueron detenidos, la policía cateó sus clínicas y estuvieron en la cárcel durante un año.

En las audiencias, Valentina se mostraba tranquila, sonriente y hasta mandaba saludos y besos a los ahí presentes.

Después, se supo que Guzmán llegó a un acuerdo económico con ellos. Solo les puso dos condiciones: que Valentina y Jeremías debían contactar a cada una de las mujeres a las que inyectaron esta sustancia para hablarles de los riesgos, y que la compensación económica entregada iría destinada a mujeres de escasos recursos.

Las siguientes cirugías

Un año después de la primera intervención, Alejandra volvió a cancelar presentaciones debido a su estado de salud. Entre abril de 2011, fue ingresada al hospital para atenderle un desgaste en la cadera. Y durante todo 2012, entró y salió del quirófano para que continuaran extrayéndole restos de la sustancia que le habían inyectado, con ayuda de lavados quirúrgicos. Continuó su tratamiento con un infectólogo.

Para 2014, celebrando 25 años de carrera, la rockera declaró lo siguiente durante su concierto en el Auditorio Nacional: “Le pedí mucho a Dios estar aquí; 18 operaciones y una cadera de titanio. ¡Y aquí estamos!”.

En noviembre de 2016, ya con 22 intervenciones relacionadas con la sustancia inyectada, le colocaron una segunda prótesis de titanio en la cadera, un problema debido al desgaste físico que tuvo durante su carrera como bailarina. Al año siguiente, y de nuevo tras el tratamiento estético de sus glúteos, entró al quirófano seis veces más.

“Los médicos me salvaron la vida varias veces. Una vez se me reventó una arteria y tuve que ir de emergencia. Dos veces me operaron el mismo día”, contó en una entrevista.

Durante todo 2018, la rockera celebró no haber vuelto al quirófano, pero el próximo 24 de abril de este 2019, tendrá una siguiente cirugía. “Esta vez, la intervención será en la parte lateral de las caderas. Lamentablemente, este material es imposible de quitar al 100%”, declaró María Elena Sandoval, la médica que se hará cargo de esta intervención, al programa ‘Ventaneando’.

Los riesgos y el debate

Silvia Espinosa Maceda, jefa del servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General de México (HGM), señaló que si bien sustancias de bajo costo como el polimetilmetacrilato pueden dar volumen al cuerpo, podrían provocar la muerte del tejido, amputaciones y, en algunos casos, la muerte, pues el material puede estallar al interior.

“El organismo, ante tal situación, trata de defenderse y altera las células, causando inflamaciones crónicas, tumores y enfermedades, en las que el cuerpo actúa contra sí mismo, lo que propicia la muerte de los tejidos. En el caso de los glúteos, terminan por tener tejido necrosado [infectado]. Por ello, es necesario eliminar toda el área dañada. Se les somete, constantemente, a lavados y a retiros del tejido afectado”, explicó a Milenio.

El caso de Alejandra Guzmán ha abierto un debate en torno a las cirugías y los tratamientos estéticos. “Toda la vida la gente se ha inyectado sustancias, pero ahora tenemos este problema con el polimetilmetacrilato, que resulta de las sustancias más nocivas, de fácil acceso, sumamente barato”.

Y agregó: “Tenemos casos muy traumáticos de jovencitas de 20 años que eran hermosas y terminaron deformes. Llegan en etapas en las que ya no hay nada que hacer. Son casos muy avanzados en los que solo queda como alternativa amputar y tratar de eliminar el daño causado”, declaró la doctora.

El mismo año en que a Alejandra le inyectaron polimetilmetacrilato, la modelo argentina Solange Magnano, de 38 años, murió por complicaciones de una operación estética en los glúteos con esa misma sustancia, al sufrir una embolia pulmonar. Sin duda, Alejandra Guzmán está viviendo para contarla. (Adrian Monterrosas) (Yahoo.com)